24 de mayo de 2011

El primer y único museo de arte ecológico del mundo, podría desaparecer
Las piedras marinas sueñan con que aparezca un heredero
Zóez es el creador y encargado por más de veinte años de mantener este jardín, ubicado en Galipán. Aún no existe un sucesor para la función que ejerce, tampoco un organismo que lo financie y se encargue de esta obra a futuro.


Estas son las obras más emblemáticas del museo de arte ecológico: Jardín de las piedras marinas soñadoras, según Gonzalo Barrios, mejor conocido como Zóez, creador del museo. La primera se encuentra justo a la entrada del museo y es la que le permite al visitante la interacción inicial con el lugar, pues debe equilibrar toda la estructura perfectamente. “Esa fue la tercera piedra que me habló y trata del equilibrio de lo tangible con lo intangible, de comprobar que lo que no se ve, no significa que no sea necesario o no exista” apunta Zóez.

            La foto de la derecha, equivale a la primera piedra que Zóez asegura haber escuchado, esa fue la primera escultura que equilibró al crear el museo, tanto así que se convirtió en el logo del museo y existen hasta pinturas con esta figura. “Significa la mujer fértil y aunque no está en la entrada es la piedra más importante, es el símbolo del museo porque aquí se le rinde culto a la mujer, por eso en cada grupo que nos visita debe estar presente al menos una dama”, explica Zóez.

Se designa “Museo de Arte Ecológico”
            Esta primera obra de piedra, Zóez la realizó en el año 1966 y a partir de allí, siguió una investigación exhaustiva sobre la energía mágica de las piedras y de cómo estas pueden llegar a expresarse a través de las esculturas que él creaba. Las piedras le hablan en sueños o ideas, esta comunicación fue posible después de muchos años de meditación, internado en la montaña Él Ávila, así lo informa el portal web oficial de Galipán.
            En este mismo sitio web, se señala que el museo se inauguró en el año 1990, luego de trabajos duros para realizar la primera parte del Jardín de las Piedras Marinas Soñadoras. En ese momento la Universidad Simón Bolívar, núcleo Litoral, la prefectura del estado Vargas y el Colegio de Periodistas, seccional Vargas, designan este recinto como el primer museo de arte ecológico del mundo, por los materiales de las obras y porque el lugar promueve la armonía con la naturaleza.
            Para esa misma fecha, la Universidad Simón Bolívar publicó un libro, cuyo padrino fue el doctor Alirio Abreu, que contenía información importante del museo, de su origen, filosofía y obras. Éste, junto con los registros inaugurales, yacía en la biblioteca de este recinto universitario, hasta 1999 cuando fueron alcanzados por el deslave que sucedió en la zona, lo que hizo que todos estos documentos se perdieran y no fueran recuperados, así se publicó en el portal oficial del pueblo de Galipán.

En 1999 se perdió sólo papel, el lugar se mantuvo intacto
            A lo largo del recorrido una chica habla del museo como si estuviera exponiendo un tema de Ciencias de la Tierra o Física y es allí cuando entra la pregunta de si esta exposición siempre ha sido la misma o si cambió desde el deslave del año 1999, que como se sabe afectó el estado Vargas y las zonas aledañas a éste.
            Esta chica responde al nombre de Amarilis Camargo, es guía del museo desde hace quince años y dice que el lugar logró superar el desastre y se lo atribuye al principio que respetó Zóez al crear el lugar: “Zóez respetó a la naturaleza y ella lo respetó a él, aquí nunca se metieron tractores, ni se invadió la naturaleza, sino que el sitio se adaptó a ella, por eso se mantiene prácticamente solo” explica Camargo.
            El señor Carlos Flores, un visitante del museo, dice que ha venido más de tres veces desde que lo conoció y que seguirá con sus visitas regulares al museo: “vengo a desconectarme, desde hace tiempo y nunca lo vi ni deteriorado ni sucio, ni cuando lo de Vargas, este es un sitio mágico, uno viene a distraerse sanamente con su pareja, porque es muy romántico también”, dice Flores. 




Después de la primera piedra
Jorge Guánchez, habitante de Galipán y quien labora llevando a los turistas al museo, asegura que el museo no sólo se ha mantenido, sino que ha crecido desde su inauguración. “Antes había sólo una etapa, ya son dos abiertas al público y una tercera a medio terminar. Además hicieron una posada ahí mismo en el museo y eso atrae más gente, siempre vienen a visitar el museo sobre todo los fines de semana y hasta se quedan en la posada del museo que es bien acogedora”, explica Guánchez.
Según el reportaje referente al museo, publicado por la revista en línea analítica.com, el museo consta de tres etapas: “El Jardín de las Piedras Marinas Soñadoras: Culto a la mujer”, “Centro del Universo (Mundo del Silencio): Culto a la madre” y “Mundo del Amor Sublime: Un culto a la familia”, ésta última se encuentra aún en ejecución.
Cada una tiene su propio planteamiento y objetivos, a su vez, en cada etapa hay obras individuales con enseñanzas particulares, algunas de ellas, son ejemplos del cumplimiento de las Leyes Dimensionales. En el museo se encuentran esculturas bidimensionales, obras tridimensionales, obras donde integran los elementos naturales del lugar y obras de re-elaboración permanente, estas últimas son manipuladas por el visitante, puede armarlas y desarmarlas, así señala este reportaje previo del museo de arte ecológico.

No existe garantía de la trascendencia del mágico lugar
Zóez, creador del museo aún no tiene definido a quien, o a que organismo dejará el cuido y custodia de este espacio. Existen varios discípulos que conocen tanto como él todo lo que significa el museo, entre ellos César Chávez y Omar Domínguez, quienes se encuentran actualmente en Estados Unidos, lo que hace difícil que sean ellos quienes se encarguen del museo en el futuro, esto lo explicó el mismo creador del museo.
Según un estudio realizado en la universidad Metropolitana, El Museo de Arte Ecológico de Galipán está incluido en la lista de Museos de América Latina del ICOM, International Council of Museums o Consejo Internacional de Museos, que es una organización internacional de museos, dirigida a la conservación, mantenimiento y comunicación del patrimonio natural y cultural del mundo, presente y futuro, tangible e intangible, esto garantiza, de cierta manera que este recinto se mantenga.
Existe también la fundación civil "Amigos de Zóez", que es el nombre legal del museo. Según información expuesta en este mismo estudio, ésta se encuentra en potestad de establecer planes específicos, factibles de llevarse a cabo a corto plazo, para asegurar el Patrimonio y la preservación del Museo ante cualquier contingencia.

Un lugar especial
            “En este lugar los valores ecológicos, hacia la mujer, la familia, al equilibrio, a la espiritualidad, a la vida armoniosa, emanan en todas sus obras.  Obras con componentes sensoriales, racionales y lúdicos, que están al aire libre y se integran plásticamente con la naturaleza”, así lo señala Sandra Pérez, socióloga y visitante del museo
Pérez, explica que el museo promueve la unión entre los visitantes, quienes se sientes motivados a dejar de lado las diferencias sociales o políticas para disfrutar armónicamente la experiencia  y resalta que “esto es importante en este momento del país y seguirá siendo de vital importancia”. “La ubicación privilegiada también lo hace especial, en la montaña con una hermosa vista al mar, donde se divisan el principal puerto y aeropuerto del país, es perfecto”, concluye Pérez.



Futuro incierto
Los beneficios tanto turísticos como sociales no son suficientes para darle al museo la garantía de prevalecer en el tiempo, “Tengo esa preocupación porque hasta ahorita aparentemente no hay quien lo herede, pero yo confío que la misma energía que me ha motivado a hacer todo esto tiene su plan, esa energía inteligente que habla a través de la naturaleza, de que esto se conserve” comenta Zóez con absoluta certeza.
Zóez, ha intentado donar el museo a una institución estable, cuyos valores le den la certeza de que el museo se conservará. En vista de esta idea, realizó un primer intento con la Comunidad Económica Europea, luego de conocer al presidente de ésta, en una visita que realizara el mandatario al museo. “Le hice la carta donde le ofrecía esto y la respuesta fue una respuesta muy poética, muy bella, donde me decía que la comunidad económica europea no tiene la facultad, ni la concesión jurídica para recibir donaciones, si no, ellos lo hubiesen aceptado, estaría la comunidad europea aquí en este lugar, y claro yo sé que con eso  me voy tranquilo a viajar, a pasear, a disfrutar lo que me queda, pero no tengo todavía a quien delegar, tengo que estar encima”, explica Zóez
            El futuro ideal que se desea para el museo, es encontrar una institución que se encargue del recinto y que lo conserve. “Yo quiero, en el futuro, me gustaría esto y lo estoy diciendo hace tiempo, que una institución mundial, que tenga bastante tiempo, que eso me garantiza estabilidad, asuma esto y yo se lo dono completico, con todo. Ya mis hijos saben, cuando yo empecé a hacerlo que esto iba a ser de la humanidad, cuando lo declaren y yo lo declaro mucho antes”, concluye Zóez.



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